El origen y objetivos de elpeoncoronado.com.
Este blog nace como respuesta a las preguntas que suelen surgir en el transcurso de muchas de las conversaciones en las que expongo mi pensamiento sobre la gestión y desarrollo de personas. Como estarás imaginando, las preguntas y comentarios a los que me refiero suelen ser del tipo:
– ¿Tienes algún blog donde hayas desarrollado esta idea que me estás contando?
– Creo que no estoy de acuerdo con lo que comentas, pero, si me dices el nombre de tu blog, profundizaré en tu forma de ver este problema y te escribiré lo que pienso.
– No se me había ocurrido analizar la situación desde ese punto de vista, ¿por qué no lo escribes en un blog?
Parece ser que, expresar tus pensamientos, ideas, reflexiones, o similar, en un blog, les aporta certeza, bueno mejor dicho, creo que lo que hace es dar mayor credibilidad al convencimiento que tienes en ellos. Y, aunque sólo sea por esto, estoy convencido de que esta es una razón estratégica, más que suficiente, para haber creado elpeoncoronado.com.
Consolidada la idea de dar comienzo a esta andadura, el siguiente paso fue decidir cómo bautizar al recién concebido. La tarea fue más o menos sencilla, pues, en las tarjetas de visita que utilizo para mi labor como strategic problem solver y consultor en alta performance, ya figuraba la imagen de un peón negro, como símbolo de todo el potencial de desarrollo que tiene cualquier persona del talento que posee.
Como sabrás, en el juego de ajedrez, el peón es la ficha de menor valor y la más abundante, lo que hace que sea la más fácil de sacrificar, al menos a priori, dotándole de cierto romanticismo ñoño que logra que le tenga un especial cariño.
Sin ser especialmente exhaustivo, existen dos formas de aumentar el valor de esta pieza dentro del juego:
– La primera es mediante su posicionamiento estratégico. Vamos, que un peón que está en el lugar adecuado, en el momento preciso, puede convertirse en determinante para el desenlace final de la partida.
– La segunda es su capacidad de transformación, de cambio. El peón es la única ficha, en el juego de ajedrez, que no puede retroceder, sólo puede avanzar, y en este avance kamikaze tiene un objetivo claro y preciso: llegar al otro lado del tablero, lograr alcanzar la preciada octava fila. Este acto, el de lograr poner fin a su pausado y silencioso avance llegando a su objetivo, se conoce como coronación. Y, por supuesto, la coronación es el sueño de todo humilde peón, pues, le supone la posibilidad de cambiar, de transformarse en un caballo, en un alfil, en una torre e incluso en una reina y por lo tanto multiplicar su valor dentro de la partida. En definitiva, le hacer ser más querido.
Como comprenderás, el simbolismo y el significado metafórico que tiene la figura del peón coronado me cautivó inmediatamente, y no dudé en elegirlo como nombré de mi blog, ya que refleja perfectamente cual es el espíritu del objetivo que tengo al escribirlo.
La coronación de este blog se producirá cada vez que una parte de uno de sus post, de sus vídeos, de sus podcast o de sus imágenes, ayude a un peón a avanzar, aunque sólo sea un escaque, hacia su meta. Siguiendo el axioma de mi querido, aunque desconocido amigo, Heinz von Foerster, uno de los padres del constructivismo radical y de la cibernética de segundo orden, la mejor forma de ayudar al peón en su recorrido es colaborar para que aumente sus posibilidades de elección.
Por ello, me comprometo contigo a que, en el contenido de este blog, siempre haya algo que te incite a contemplar tu realidad, tus objetivos y los problemas a los que te enfrentas, desde un punto de vista poco convencional.
Parafraseando al gran Marx, aunque adulterando algo sus palabras: Estas son mis ideas y mis objetivos, si no te gustan tengo otros.