O, Acciones de Liderazgo Líquido.
Este artículo es continuación de “La brújula para liderar a tu jefe (II)”.
3.- El jefe imperecedero.
Si hiciéramos el ejercicio de juntar a diferentes personas que han trabajado para un jefe imperecedero en distintos proyectos y con objetivos diferentes, podríamos llegar a la conclusión de que no estamos hablando de la misma persona.
La forma que tiene de interactuar con sus empleados se fundamenta en los comportamientos observables de éstos, sin pararse demasiado en analizar las intenciones. Considera que la mejor manera de valorar e interactuar con su equipo es teniendo como referencia lo que cada uno de ellos hace y los resultados que obtiene. De esta forma adapta su estrategia y su comunicación a las necesidades de cada persona, con la finalidad de conseguir la relación adecuada para que haga lo apropiado y así alcance el objetivo establecido.
Este tipo de jefe imperecedero aplica Acciones de Liderazgo Estratégico basadas en la resistencia al cambio. Su objetivo es que cada persona haga lo que tiene que hacer utilizando los recursos imprescindibles y el mínimo esfuerzo por ambas partes. Para ello se centra en quitar los “frenos” antes de “acelerar”, es decir, coloca la gestión de la motivación en un segundo plano. Primero gestiona lo que impide a la persona cambiar y después la impulsa en su cambio.
No se preocupa por ser el jefe. Su obsesión es hacer lo que debe hacer. Se “vacía” de ideas preconcebidas con cada uno de sus empleados para poder “llenarse” con los recursos necesarios para que su adaptación a la persona que tiene delante sea la más efectiva posible. Puedes imaginarle llevando una camiseta con la frase de Bruce Lee “Be water, my friend”.
Recuerda que el jefe con fecha de caducidad era un apasionado de la técnica del palo y la zanahoria, y que lo que le encanta al jefe con fecha de consumo preferente es la técnica del donut. En el caso del jefe imperecedero su herramienta favorita para gestionar a las personas es la técnica de aversión/atracción. Con sus Acciones de Liderazgo Líquido (desde ahora denominaré así a las Acciones de Liderazgo Estratégico) se asegura de corregir acertadamente las desviaciones que se estén produciendo y/o de garantizar que el trabajo se siga haciendo de la manera adecuada. Persuade al empleado para que repudie los comportamientos que le alejan del objetivo y se centre en aquellos que le ayudarán a lograr el éxito. Cómo es lógico, el jefe imperecedero sólo puede hacer bien su trabajo si conoce perfectamente el objetivo del equipo y diseña los hitos individuales que cada uno de sus empleados ha de conquistar.
Su forma de afrontar las conversaciones difíciles, de dar feedback, de pedir disculpas, de agradecer y de premiar se adaptan, como el agua, a cada persona, y para ello utilizar las herramientas de Problem Solving Estratégico (PSE), del Trabajo en Alta Performance (TAP) y se comunica apoyándose muchas veces en el Diálogo Estratégico.
Su libro de cabecera es “Teoría de la comunicación humana” de Paul Watzlawick.
Le encanta el papel de observador, por lo que suele colocarse en un segundo plano controlando el desarrollo del proyecto, aunque si es necesario pasar a tomar las riendas se convierte en el protagonista de la situación. Es decir, se situa en posición de «superioridad» o de “inferioridad” dependiendo de lo que sea más apropiado para lograr el objetivo o solucionar el problema que aborda. Siempre está presente aunque no se le vea.
Podríamos definir su estilo de liderazgo como Liderazgo Líquido. Habitualmente es duro con los resultados y los comportamientos, no suele tener en cuenta las intenciones y es flexible con las personas, salvo que lo correcto sea hacer lo contrario. Dependiendo de los objetivos, del equipo y de los colaboradores calibrará sus Acciones de Liderazgo Líquido a los niveles necesarios de estrategia, comunicación y/o relación.
En resumen el qué y el cómo son su foco de atención, y el quién y el porqué quedan en un segundo plano.
¿Podrías enumerar más rasgos del jefe imperecedero?
Continúa en el post titulado: «La brújula para liderar a tu jefe (IV)«.
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