No sé que no sé nada. Al recordar lo que os voy a contar todavía se dibuja en mi rostro una muy poco atractiva expresión de perplejidad ojiplática, rematada por un sonrisa entre malvada y burlona. Todo ocurrió en una
No sé que no sé nada. Al recordar lo que os voy a contar todavía se dibuja en mi rostro una muy poco atractiva expresión de perplejidad ojiplática, rematada por un sonrisa entre malvada y burlona. Todo ocurrió en una