El virus del Gefe.
El virus del Gefe (GErente de la FElicidad) va infiltrándose cada vez con mayor fuerza entre los diferentes profesionales y muy especialmente entre los de los departamentos de recursos humanos. El concepto ha saltado de los artículos y de los libros de management a la realidad. Existen centro de formación como Isavia, que en colaboración con la Universidad LaSalle International Graduate School, han puesto en el mercado titulaciones de “Leader Happiness Officer y de “Chief Happiness Officer”; e incluso empresas como el grupo Mahou-San Miguel, en el momento de escribir este artículo, cuenta en su organigrama con una gerente de la felicidad.
El concepto suena tan idílico y es tan políticamente correcto que no es fácil zafarse de su embrujo, y tratar de analizarlo de una manera objetiva. Sin embargo, el rigor con el que pretendo hacer mi trabajo me obliga a ello. Y en especial ante una figura como la que nos ocupa, cuya nomenclatura me deja en la mente cierto desasosiego, por lo fácil que resulta conectarla con el famoso Ministerio del Amor, de la obra de George Orwell “1984”.
¿Qué es un Gefe? ¿Cuáles son sus funciones?
Existe cierta confusión en las redes sociales, y por ende entre los internautas, de lo que es un Gefe. Por un lado nos encontramos al Gefe como la contraposición al tradicional Jefe. En este caso podemos afirmar que el concepto Gefe intenta deglutir las características que hasta hace poco se atribuían al Líder, en una especie de lucha fratricida por la supremacía en el mundo conceptual del happy-flowerismo. Es decir, allí donde antes se decía Líder (en contraposición a Jefe), ahora se debe decir Gefe, pues éste reúne todas las características del líder, pero con una especial atención a la felicidad del empleado. Es muy ilustrativo ver como en las típicas infografías que enfrentaban al Jefe con el Líder, se han modificado y donde antes ponía Líder ahora pone Gefe. El Gefe es una especie de líder evolucionado –a la manera de los conocidos Pokemon–, un superlíder con un nuevo superpoder: el don de hacer feliz al que toca.
Por otro lado tenemos al Gefe como mando dentro del organigrama de la empresa, algo así como un director de felicidad que se encuadra dentro de los departamentos de recursos humanos, y según se manifiesta por los diferentes medios que recogen la noticia de un estudio del IMF Business School, sus principales funciones son:
- “Escucha activa de los empleados. Es muy importante que sientan que son valorados y que su opinión importa. En esta cuestión juega un papel fundamental el especialista en felicidad, analizando y poniendo a disposición de los trabajadores los canales de comunicación adecuados que garanticen una respuesta a sus necesidades e ideas.
- Mantener un buen ambiente de trabajo. Debe asegurar la búsqueda de un equipo que conecte hasta asegurar un ambiente laboral agradable. También forma parte de sus tareas potenciar la retención de talento en las empresas.
- Fomentar el trabajo en equipo. El buen funcionamiento de los equipos es un síntoma del buen funcionamiento de una empresa, no solo a nivel productivo sino también en lo que respecta a la felicidad laboral.
- Realizar una breve encuesta de clima laboral entre sus empleados. Éste es uno de los métodos más eficaces para comprobar que las medidas y acciones puestas en marcha funcionan. Se recomienda realizarla de forma periódica cada 15 días.”
Iremos abordando cada una de estas funciones en los siguientes 3 artículos que, junto a este, componen la serie: «El Gefe: La Dictadura de la Felicidad». Pero, así a bote pronto: ¿ves alguna novedad en las funciones de esta posición?
Lee la siguiente parte del artículo pinchando aquí: ¿Felicidad del Individuo o Felicidad Corporativa?
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